Testimonio PEJ22

Testimonio PEJ22

¿Qué tal el camino? ¿Qué tal las PEJ? ¿Qué tal Santiago? Son las preguntas que no paro de escuchar estos días. Y yo pienso: una LOCURA. Ha sido una inmensa locura lo que hemos vivido. Una locura de Dios… Cuánto nos quiere!!

Vértigo. Vértigo sentía los días de antes cuando hablábamos de lo que nos íbamos a meter en la mochila, cuando nos imaginábamos lo que íbamos a vivir mientras nos tomábamos una cerveza, cuando nos preguntábamos cómo íbamos a andar 600 personas por un mismo camino… vértigo de saber que iba a vivir esta experiencia de Fe en un momento del verano en el que estaba más alejada.

Cansancio y quejas. Sin darme cuenta primer día de caminar hecho, un segundo día, un
tercero. Yo solo sabía que estaba cansada, me quejaba de todo lo que me podía quejar: me duelen los pies, dormimos en el suelo, solo comemos macarrones, quiero la ducha de mi casa, no quiero hacer fila para ir al baño. No estaba viendo a Dios en ningún momento. Iba a misa, sí, pero no rezaba. No estaba conectando con Él. No Le estaba teniendo presente en mi día a día. A pesar de todo me lo pasaba bien, estaba con mis amigos y tenía buenas conversaciones, pero no Le estaba dejando entrar.

Paz y descanso. Tercer día por la tarde: llegamos y BOOM!! Adoración y confesiones. Después de tres días andando sin tenerLe presente ahí estaba yo de rodillas ante Él. Contándole mis alegrías, mis preocupaciones, mis miedos, mis intenciones. Dándole gracias. Y adorandoLe. Siendo consciente de su presencia. Y luego confesión. Paz y liberación. Fue un momento de sentir mucho. Y me emocionó ver como tanta gente pasaba a confesarse y hablaba con los sacerdotes. Sabiendo además que muchos de ellos estaban alejados de Dios en ese momento de sus vidas. Y luego al ponerme a rezar sentí, como dice la canción, que estábamos llenos de Espíritu Santo a full.

Gloria. Por fin. Quinto día y llegamos a Santiago. Esta última etapa fue muy especial para mí. Y muy distinta a las demás. Sí, estaba en ese grupo de gente que iba cantando a pleno pulmón y haciendo el camino corriendo adelantando a todo el mundo con la mochila encima. Si me hubiesen propuesto correr durante el camino el día de antes, probablemente hubiese dicho que ni de broma. Pero la motivación y la felicidad de saber que íbamos a llegar a nuestra meta me hacía sacar energías de donde no había. Último tramo del camino y éramos todos uno. Andando juntos en nuestra entrada a Santiago. Cantando con todas nuestras fuerzas. Este momento fue también de muuuucha EMOCIÓN. Y vi que todo esto no merecía la pena, merecía la vida.

Intensidad. Ya en Santiago. Caras de felicidad de saber que ya no teníamos que andar más. Yo pensaba: ahora viene la calma, pero no tenía ni idea de lo que me esperaba allí. Jóvenes por todas partes, en cada calle, en cada plaza, en cada Iglesia. Y lo más fuertede todo es que todos estábamos allí por la misma razón. Por Él. Qué heavy. Eran días decatequesis, charlas, testimonios, adoraciones. También de paseos, amigos, cervezas, conciertos y copas. Eran días de gozar y creo que lo hicimos. El momento más especial para mi fue la vigilia. 12.000 jóvenes arrodillados ante un trozo de pan, antes un Dios vivo. Muy impresionante.

Aún no hemos visto nada. He vuelto a mi casa creyendo haber vivido todo lo que podía vivir y creyendo haber hecho “check” en mi lista al haber tenido una experiencia de Fe tan grande. Pero esto no ha hecho más que empezar. “Aún no has visto nada”, me dijo alguien. Y ojalá no sea capaz de imaginar lo que me espera en mi vida si confío en Él y sigo el camino que me va indicando. Quiero mantener encendida esta llama.

Gracias. Solo quiero dar gracias a Dios por estos días. He descubierto personas increíbles con las que he compartido y compartiré momentos increíbles. Gracias por aumentarme la Fe y por haberme dejado ser testigo de esta experiencia.

Inés Serrano Mayor

One thought on “Testimonio PEJ22

  1. Enhorabuena, el Señor te ha tocado, la experiencia la recordarás toda la vida, rezaré para que mantengas viva la llama de la FE.
    BUEN CAMINO

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