En nuestra diócesis hemos recibido a Nikki (Holanda), Katharina (Alemania) y Zosia (Polonia) que se quedarán con nosotros hasta el final de la Cuaresma. Cada mañana, a las 08:00 rezaremos en la parroquia de San Miguel y cada tarde a las 20:30. Los miércoles nos reuniremos en la capilla de las Masas en Santa Engracia y los viernes en la parroquia de Santa Isabel de Portugal (barrio) a las 20:30. Ellas os podrán contar mejor lo que están viviendo.

Taizé es una comunidad de hermanos situada en un pueblecito de la Borgoña francesa a muy pocos kilómetros de la antigua abadía de Cluny. Lo que la caracteriza es que los que la integran provienen de diferentes confesiones cristianas.

Fue fundada por el suizo Roger Schutz tras la segunda guerra mundial. Quería con ello vivir un signo de reconciliación en la Europa desgarrada por la guerra. Durante ella acogió a los judíos que intentaban huir a Suiza y cuando terminó el conflicto la comunidad se hizo cargo de un amplio grupo de huérfanos así como de recibir los domingos a los alemanes prisioneros en un campo cerca de Taizé.

Poco a poco algunos hombres jóvenes vinieron a unirse a los primeros hermanos y, el día de Pascua de 1949, siete hermanos se comprometieron para toda la vida a guardar el celibato, llevar una vida común y vivir con una gran sencillez.

Hoy los hermanos son unos cien, de treinta nacionalidades. Cada semana llegan  jóvenes de todo el mundo para compartir las tres oraciones diarias de la comunidad y reflexionar con otros sobre su propia fe y su compromiso con la sociedad y con la Iglesia.

El hermano Roger murió el 16 de agosto de 2005, a la edad de 90 años, asesinado durante la oración del atardecer. El hermano Alois, a quien él había escogido como sucesor desde hacía muchos años, es ahora el prior de la comunidad.  Podéis encontrar más información en  www.taize.fr/es.

Desde 2014 la Comunidad envía pequeñas comunidades de tres o cuatro jóvenes a distintas ciudades para que vivan una experiencia de vida común, con tres oraciones diarias abiertas a todos y una participación en la vida de la Iglesia local, implicándose en proyectos de solidaridad con los más pobres.  Son una experiencia muy enriquecedora para los que las acogen, las parroquias , los movimientos y los jóvenes que viven esta experiencia espiritual.

El pasado día 11 de marzo llegaron a nuestra Diócesis estas tres jóvenes de la comunidad de Taizé para compartir contigo su oración y testimonio de vida mediante una experiencia de servicio y participación en la vida diocesana de Zaragoza.